REFLEXIONES SOBRE LA LECTURA
Tras la lectura del libro, sin duda, una de las cosas que más sorprendió a los alumnos fue la exactitud en las localizaciones de los escenarios donde transcurren los hechos, no tanto en la época de 1808, pues como el autor mismo dice en su nota final, ha sido producto de una larga fase de documentación en archivos etc, sino en los que aparecen en la época de 1930-1931, pues según el autor “me he basado en mi propia memoria, aunque procurando confirmarla y completarla con revistas y otras fuentes coetáneas. No las he necesitado mucho porque yo gocé del inmenso privilegio de que mi vida, en la decisiva edad de la adolescencia, transcurriera en EL Real Sitio” [7].pág 588
Tal es así que ellos mismos sentían la necesidad mezclada con la curiosidad de comprobar que todos los espacios efectivamente existían, (incluso detectaron un error en la localización de uno de ellos: el autor sitúa el castillo en Ontígola, cuando en realidad está en Colmenar de oreja). Con ello quiero decir que la lectura de la obra les provocó la necesidad de hacer un paseo “real” por los rincones que aparecen en la novela. Por primera vez la literatura y la realidad aparecían fusionadas en un mismo hecho y eso no dejaba de sorprenderlos y de estimularlos en la lectura, más aún, cuando en sus investigaciones para buscar determinados lugares que aparecen, en la novela pero que ya inexistentes en Aranjuez, se topaban con personas que habían conocido a José Luis Sampedro. En ese rastreo incesante, descubrieron o creyeron descubrir al José Luis Sampedro real, más que al autor, de manera que ellos están convencidos de que “Casa Sole” fue la última casa donde vivió José Luis en Aranjuez y que Agustín, sobre todo, y la misma Marta son el adolescente José Luis Sampedro cuando vivió en Aranjuez.
la lectura de la obra fue, algo así como si para ellos “los círculos del tiempo” de los que habla el autor, se convirtieran además en “los círculos del espacio” y los “círculos de la realidad y de la ficción”.
Fruto de lo anterior surge una Ruta literaria por el Real Sitio de José Luis Sampedro